Skip to content

Fintech, el fin del modelo financiero tradicional

Fintech-el-fin-del-modelo-financiero-tradicional-1068x612

Innovadoras, flexibles y centradas en el cliente. Así son las fintech, las empresas de nuevo cuño que han llegado para revolucionar el sector financiero. ¿Hay futuro para el modelo financiero tradicional?

Las fintech son el resultado de extrapolar el modelo empresarial de las startups a los servicios financieros. Son empresas con necesidades relativamente modestas de financiación, pero que son altamente escalables gracias a su fuerte base tecnológica.

Frente a ellas se sitúan los bancos, las aseguradoras, las grandes corporaciones financieras, con un músculo financiero que las fintech no pueden siquiera soñar por el momento, pero con estructuras anquilosadas, modelos de negocio que han vivido mejores momentos (en el sector bancario, debido a la bajada histórica de los tipos de interés, por ejemplo), y aquejadas de falta de innovación frente a las startups emergentes.

¿Qué servicios financieros ofrecen las fintech?

Square, Stopcap o Fintonic son solo algunos de los nombres que más resuenan en el universo de las fintech. Con ellas los clientes pueden hacer casi de todo. Desde realizar sus pagos online hasta recibir asesoramiento para negociar con el banco una hipoteca.

La transformación digital en 2018

Los servicios financieros que más cubren las fintech son:

  • Medios de pago: 23%
  • Agregadores financieros: 18%
  • Préstamos: 21%
  • Crowdlending: (17%)

Además, el 48% ofrece servicios para el consumidor final frente al 38%, que dirige su propuesta de valor a empresas. Un 14% cubre ambos mercados. Ganan por amplia mayoría las que se centran en el usuario final, un síntoma inequívoco de que el epicentro de la revolución de las fintech es el cliente.

El consenso entre los actores del mercado es muy claro: durante los próximos 10 años las fintech no dejarán ninguna línea de negocio relacionada con los servicios financieros sin explotar, o dicho de otro modo, a la banca tradicional no le quedará ningún subterfugio para desarrollar su actividad en exclusiva.

 

 

¿Cuál es el secreto del éxito de las fintech?

En España, desde el 2015 hasta ahora, el sector fintech ha pasado de contar con 80 empresas a 300. Además, aunque las startups financieras han recibido mucha menos inversión que en Reino Unido y otros países del contexto europeo, España es el primer país de la Unión (y el quinto a nivel mundial) en penetración de las fintech en los hábitos de consumo de los usuarios, según el informe World Fintech Report , elaborado por LinkedIn y EFMA. ¿A qué se debe el ascenso meteórico de los nuevos actores en el mercado?

Hay 3 factores fundamentales que explican el gran éxito que están teniendo las fintech en España.

  1. La pérdida de confianza de los consumidores en las entidades bancarias como consecuencia de la crisis económica.
  2. Los cambios en los hábitos de consumo de los millennials. El sector financiero no ha sabido, en muchos casos, adaptarse a las exigencias de un nuevo tipo de consumidor ávido de información y muy exigente en cuanto a la usabilidad. El ejemplo más claro es el de la movilidad. La mayoría de entidades bancarias tradicionales no ofrecen una buena experiencia de uso para los clientes que visitan sus portales desde sus smartphones.
  3. La normativa de pagos II, PSD2. Un marco normativo aprobado por el Parlamento Europeo que permite el acceso a terceros (es decir, a las fintech) a los datos bancarios con el consentimiento del cliente final y bajo la supervisión de la Autoridad Bancaria Europea (ABE). En España entra en vigor en enero de 2018.

Hay otros factores, pero estos tres puntos son fundamentales para la comprensión del auge de las fintech en un sector hasta ahora muy consolidado y conservador.

¿Qué pueden hacer los bancos y las aseguradoras para adaptarse a la nueva situación?

Queda por ver cómo quedará el escenario fintech tras la inminente regulación, aunque en principio se espera que la normativa que regulaba al sector de la banca se relaje para dar cabida a estos nuevos actores.

Pero a pesar de factores como los remanentes de la crisis o el carácter más o menos favorable de la regulación legal, hay algo que no va a cambiar: los nuevos hábitos y exigencias de los consumidores, que exigen más información, mayor control sobre sus finanzas y nuevos servicios apoyados en la tecnología.

En cierto sentido, lo que está ocurriendo con el sector financiero es similar a lo que sucede en todos los sectores. Universalización de las TICs, democratización de la información, consumo masivo de IT… En definitiva, recolocar al cliente en el centro del modelo de negocio.

Empresas jóvenes y dinámicas como Fintonic crecen rápidamente porque conquistan la confianza del cliente, una batalla que las grandes corporaciones financieras están perdiendo. Solo hay que leer el lema que encabeza su página web: “Para acceder a lo mejor de los bancos, ya no necesitas un banco”. Ofrecen un servicio que satisface las necesidades del consumidor y además, y lo hacen desde la total transparencia.

¿Cómo pueden los agentes tradicionales competir con algo así? ¿Cuál es la única alternativa para la banca tradicional si no desea perder la batalla por algunos de los servicios financieros más rentables que exige el consumidor? La transformación digital.

Forzosamente ha de pasar por mejorar sus servicios al cliente y la eficiencia de sus procesos internos implementando la tecnología a un nivel similar al de las fintech es, probablemente, la única posibilidad para adaptarse a los cambios y no claudicar ante los nuevos agentes del mercado. Solo así conseguirán bancos y aseguradoras tradicionales la agilidad necesaria para competir con las fintech y recuperar la confianza de los clientes.

Y justamente, en el desarrollo y mejora de estas dos líneas les podemos ayudar desde AgilePLAN.

Transformación Digital

Sobre el autor: Carlos Fernández de la Vega

Carlos Fernández de la Vega

Director de Desarrollo de Negocio de AgilePlan. Más de 15 años de experiencia en consultoría IT. Entusiasta de las tecnologías y fiel defensor de la evolución de los negocios.